La jornada de hoy hay sido breve, pero intensa. La jornada de excavación ha durado menos de lo habitual, en parte porque así estaba previsto y en parte por el tiempo que nos ha hecho perder el colapso que produce la
feria de San Lucas en Hoznayo. Ya nos habían avisado, pero no imaginábamos que fuese para tanto... Casi se puede decir que la cueva era el único remanso de paz en toda la comarca.
No obstante, no podíamos desaprovechar la jornada, ya que recibíamos la visita de la
arqueobotánica del proyecto,
Inés López López-Dóriga, que es quien se encarga de estudiar los restos vegetales. Aunque tiene una agenda apretada y sus fines de semana comprometidos con la excavación que
Rafa Bolado dirige en la cueva del Aspio (Ruesga), la
noticia del hallazgo de nuevas semillas de mijo o panizo en Riocueva el pasado fin de semana eran muy tentadoras. El del Aspio es un proyecto con el que también colaboramos "los Mauranus" y nos han prometido alguna entrada en el blog contando sus descubrimientos... esperemos que cumplan. Como es habitual con todas las visitas que recibimos, hemos recorrido de nuevo la "Galería Campamento" hasta donde se hace difícil de transitar. Y una vez cumplido el "rito de iniciación", a trabajar. El Sondeo 5 promete y, aunque no teníamos mucho tiempo, había que excavar un poquito más. Antes de tener el honor de hincar el paletín en el suelo de la cueva, Inés ha recogido unas
muestras de la hoguera que está sobre el Sondeo 4 para tratar de averiguar si quemaron allí las semillas carbonizadas que aparecen en la excavación.
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A la caza de la semilla en la hoguera |
Terminada la recogida de muestras, se ha unido al "equipo de excavación", que hoy estaba reducido a su mínima expresión. Y ¿que encontró? Pues
más semillas... No sabemos si es pura casualidad o deformación profesional, pero no es la primera vez que nos pasa. Ya cuando vino en 2011 Silvia Carnicero, la antropóloga del proyecto, pasó algo parecido: encontró la única o una de las pocas conexiones anatómicas que hemos podido documentar en el yacimiento.
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Excavando en el Sondeo 5 |
En el poco tiempo que ha estado excavando, la arqueobotánica ha encontrado
otro conjunto de semillas de mijo o panizo, algo más pequeño que el del Sondeo 4, y un macrorresto vegetal carbonizado que podría ser una
bellota o algo parecido. Bueno... y un hueso humano. No sabemos si es que tiene el ojo hecho, pero la verdad es que la cosa ha sido bastante inquietante. De lo que no hay duda es de que se ha ido bastante satisfecha de su breve paso por Riocueva. Satisfecha y con tres "paquetitos" de semillas que está deseando colocar debajo de la lupa binocular. Total, todos contentos. Nosotros porque sigue apareciendo
grano carbonizado, con las implicaciones simbólicas que eso supone, y ella porque cuenta con más datos para conocer
qué y cómo se cultivaba en la Cantabria de los siglos VII y VIII.