Quizá porque era domingo, o quizá porque nos tocaba afrontar la parte menos prolífica en hallazgos del Sector 2, la de hoy ha sido una jornada de transición. Seguimos disfrutando de
buen tiempo y llegar hasta la cueva, de momento, es bastante parecido a un
apacible paseo por el bosque. Sabiendo lo que nos espera cuando lleguen las lluvias otoñales, es casi un placer.
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Por fortuna, los helechos se secan en otoño |
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Será la experiencia, pero la bajada "en seco" es poco más que un saltito |
Teníamos
grandes esperanzas depositadas en el Sector 9, ocupado casi en toda su superficie por un bloque de piedra. Pero resultó ser un pedazo de costra estalagmítica desplazado por la actividad de los tejones. En lugar de encontrar debajo una porción intacta de depósito sepulcral, únicamente había decenas de
élitros de coleópteros y un fragmento de madera comido por la carcoma.
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Debajo de la piedra no había nada de interés... |
Más hacia el fondo, en el Sector 10, aparecieron algunos
huesos humanos completos, concretamente una clavícula y un cúbito, que junto con las vértebras encontradas en el Sector 8 son los restos más vistosos que hemos localizado este año, por el momento. A parte de algún fragmento de cerámica y trozos de metal sin forma definida, es todo lo que ha dado de sí la jornada. Durante la tarde centramos toda nuestra atención en la
criba, pero tampoco ha deparado grandes hallazgos, salvo un clavo, el primero que sale. Era previsible que fuese así, ya habíamos comprobado en 2011 que en la parte occidental del sondeo escaseaba la cerámica y otro tipo de hallazgos, pero con este yacimiento nunca se sabe. De momento, seguimos aguardando la "sorpresa". El próximo fin de semana acabaremos en esta zona de la galería y nos trasladaremos más hacia el interior, al lugar en el que recogimos los primeros huesos
humanos fechados en época visigoda en 2010.
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Cuando aparecen huesos completos, hay que andarse con cuidado |
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No todo va ser excavar.... La criba nos ocupa buen parte de la jornada |