Durante este mes de Agosto que termina ha tenido lugar en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MVPAC), en Santander, un ciclo de charlas sobre distintos aspectos del Frente del Norte durante la Guerra Civil Española, organizado por la propia institución (y, por elevación, por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria de la que depende) y coordinado por su director, Roberto Ontañón, y quien esto escribe.
El cartel del ciclo, diseñado por Enrique a partir de un original de época. Una joyita de manos de la otra mitad del Proyecto Mauranus
Todos los viernes hemos pasado por la sala de conferencias del museo distintos investigadores (Fernando Obregón, Manuel Castro, Ramón Duarte, José Ángel Brena y yo mismo) para hablar, sobre todo aunque no sólo, de algunos de los restos materiales de ese frente que aún perduran en Vizcaya, Álava, Cantabria, Burgos, Asturias y León. Durante tres de ellos también se han realizado visitas gratuitas (para los asistentes) al refugio antiaéreo de la entonces Plaza de Mariana Pineda y hoy Plaza del Príncipe, merced a la colaboración del Ayuntamiento de Santander. Y, como guinda, el sábado 26 unas 25 personas nos acercamos a ver los restos de las baterías de costa de Cabo Mayor y La Telegrafía, en el litoral norte de la ciudad.
Aspecto del exterior de la sala en la jornada inaugural
Imagen de la visita a las baterías costeras. En este caso, a la casamata de artillería de Cabo Mayor
La idea que estuvo detrás del ciclo fue evitar que el 80 aniversario de los combates en la zona norte de España y, especialmente, de la Batalla de Santander, pasase por Cantabria sin pena ni gloria; como lamentablemente hubiese ocurrido de no habernos puesto manos a la obra (suena pretencioso, lo sé, pero es así). En ese sentido puede decirse que ha sido todo un éxito, pues la afluencia de un público muy interesado por el tema, tanto a las conferencias como a las actividades complementarias, ha sido más que notable.
El objetivo de esta entrada, aprovechando que casi todas las charlas fueron grabadas en vídeo (por desgracia, la de Ramón Duarte no) y subidas al canal de Youtube de Museos de Cantabria, es ofrecer la posibilidad de verlas todas juntas a aquellos que no pudieron o no quisieron (y ahora se arrepienten) asistir. En ellas se cuenta todo mucho mejor de como podría hacerlo yo ahora, así que aquí van, en riguroso orden cronológico.
En primer lugar, en "De Irún a Gijón. Origen y evolución del Frente Norte (Julio 1936-Octubre 1937)" Fernando Obregón Goyarrola hizo un magnífico repaso a la historia del Frente en Euskadi, Cantabria y Asturias desde el mismo momento de la sublevación militar y hasta su final. El vídeo está en tres partes.
Ese mismo día, en sesión doble, Manuel Castro Luengos habló de algunas de las joyas desconocidas de la Guerra Civil en Cantabria: las fortificaciones del frente oriental, tanto las de la línea de contacto como de las de contención del Agüera y el Asón. El vídeo de su conferencia, titulada, "Fortificaciones de la Guerra Civil en el oriente de Cantabria. Patrimonio oculto de un frente olvidado", también va en tres partes.
El tercer día (ya he comentado la lamentable ausencia del vídeo de la sobresaliente charla de Ramón Duarte Álvarez, "El Frente de los Puertos 1937-2017. Las fortificaciones de campaña asturleonesas y su integración en el paisaje de montaña") le tocó el turno a José Ángel Brena Alonso (y aprovecho para comentar que la Asociación Sancho de Beurko, a la que pertenece y representó en las jornadas, también colaboró en la organización de éstas) con "El Cinturón de Hierro de Bilbao. Características y tipología de sus construcciones", un título que lo dice todo acerca de su contenido.
Y, para terminar, José Ángel Hierro Gárate (es decir, yo) habló de "El último combate. Huellas del avance del CTV hacia Santander y de la resistencia republicana", donde, entre otras muchas cosas, se mostraron algunos de los materiales de la Guerra Civil recuperados en la intervención arqueológica en el campamento romano de La Cabaña el año pasado.
Por lo que a mí respecta y por lo que ya he comentado, estoy muy satisfecho con el resultado de esta aventura. Además, de ella han nacido (o están en ello) al menos un par de cosas que considero importantes. La primera, la voluntad manifiesta de todos los participantes de no tener que esperar unos cuantos años, hasta el siguiente aniversario redondo, para volver a reunirnos a contar estas cosas u otras parecidas en otra ciudad del Frente Norte (por lo que es probable que en unos meses estemos anunciando algo). Y la segunda, el primer paso (que di este mismo lunes) para que el conjunto de fortificaciones identificado en Santander (véase el último vídeo) sea estudiado y puesto en valor por parte de las autoridades competentes. Imagino que de ambas cosas iremos informando según se produzcan novedades.