Corría la ya lejana primavera del 2013 cuando dábamos las últimas pinceladas a un par de artículos sobre las primeras andanzas del Proyecto Mauranus para el volumen Actuaciones Arqueológicas en Cantabria 2004-2011. Ha pasado algún tiempo, sí. Tanto que yo por aquel entonces era un hombre (in)felizmente soltero y mi colega de aventuras arqueológicas aún dedicaba toda su atención paterno-filial a su primogénita.
En el verano de 2014 corregimos las pruebas de imprenta y desde entonces pasaron más de dos años sin demasiadas noticias sobre la fecha de publicación de tan esperada obra. Aconteció incluso un cambio de gobierno autonómico por el camino y temimos durante un tiempo que el libro —aparentemente ya acabado a la altura del otoño de 2014— nunca saliese del cajón donde estaba guardado. Pero, contra todo pronóstico, acabó viendo la luz y con agradable sorpresa. El volumen anterior, el que estaba dedicado a las actuaciones arqueológicas de gestión de 2004 a 2011, era una publicación únicamente digital que no estaba disponible en ningún repositorio y circulaba de manera casi «clandestina» entre arqueólogos y aficionados a la materia. Sin embargo Actuaciones Arqueológicas en Cantabria 2004-2011 se ha editado a la antigua usanza, en papel. Vamos, como un auténtico libro.
El primer artículo lleva por título «Proyecto Mauranus 2010. Toma de muestras de materiales arqueológicos» y está dedicado a la campaña de trabajo de campo que permitió realizar dataciones absolutas de restos humanos recogidos en diversas cuevas de Cantabria donde se presumía la existencia de depósitos sepulcrales de época visigoda. Los resultados ya habían sido dados a conocer con algo más de detalle en otro trabajo publicado en el número XVI-XVII de la revista Sautuola, de modo que poco aporta, pero ahí queda.
El segundo es «Proyecto Mauranus 2011. Intervención arqueológica en la cueva de Riocueva (Entrambasaguas)», donde se recoge un breve balance de la primera campaña de excavación realizada en la cueva que tantas satisfacciones nos ha proporcionado y nos sigue proporcionando. Lo mismo que en el caso anterior, mucho de que aparece en este trabajo ya ha sido a conocer antes por otras vías. De viva voz, en aquella primera conferencia más allá de los Pirineos que tanta ilusión nos hizo y en otra algo más doméstica, allá por 2012. Y más recientemente, mucho de lo que se cuenta en el artículo recién publicado aparece en el libro que recoge el ciclo Cantabria: nuevas evidencias arqueológicas, publicado por ADIC este verano.
Aunque estas «novedades» pueden sonar un poco a viejo, hay que mirar el lado positivo. Seguramente Actuaciones Arqueológicas en Cantabria 2004-2011 sea un libro difícil de encontrar, es probable que ni siquiera se comercialice, y de nuevo una distribución peer-to-peer será la única manera de hacerse con los artículos. Salvo para los lectores del blog, que aquí los tienen...
En el verano de 2014 corregimos las pruebas de imprenta y desde entonces pasaron más de dos años sin demasiadas noticias sobre la fecha de publicación de tan esperada obra. Aconteció incluso un cambio de gobierno autonómico por el camino y temimos durante un tiempo que el libro —aparentemente ya acabado a la altura del otoño de 2014— nunca saliese del cajón donde estaba guardado. Pero, contra todo pronóstico, acabó viendo la luz y con agradable sorpresa. El volumen anterior, el que estaba dedicado a las actuaciones arqueológicas de gestión de 2004 a 2011, era una publicación únicamente digital que no estaba disponible en ningún repositorio y circulaba de manera casi «clandestina» entre arqueólogos y aficionados a la materia. Sin embargo Actuaciones Arqueológicas en Cantabria 2004-2011 se ha editado a la antigua usanza, en papel. Vamos, como un auténtico libro.
Portada del libro Actuaciones Arqueológicas en Cantabria 2004-2011 |
El primer artículo lleva por título «Proyecto Mauranus 2010. Toma de muestras de materiales arqueológicos» y está dedicado a la campaña de trabajo de campo que permitió realizar dataciones absolutas de restos humanos recogidos en diversas cuevas de Cantabria donde se presumía la existencia de depósitos sepulcrales de época visigoda. Los resultados ya habían sido dados a conocer con algo más de detalle en otro trabajo publicado en el número XVI-XVII de la revista Sautuola, de modo que poco aporta, pero ahí queda.
El segundo es «Proyecto Mauranus 2011. Intervención arqueológica en la cueva de Riocueva (Entrambasaguas)», donde se recoge un breve balance de la primera campaña de excavación realizada en la cueva que tantas satisfacciones nos ha proporcionado y nos sigue proporcionando. Lo mismo que en el caso anterior, mucho de que aparece en este trabajo ya ha sido a conocer antes por otras vías. De viva voz, en aquella primera conferencia más allá de los Pirineos que tanta ilusión nos hizo y en otra algo más doméstica, allá por 2012. Y más recientemente, mucho de lo que se cuenta en el artículo recién publicado aparece en el libro que recoge el ciclo Cantabria: nuevas evidencias arqueológicas, publicado por ADIC este verano.
Aunque estas «novedades» pueden sonar un poco a viejo, hay que mirar el lado positivo. Seguramente Actuaciones Arqueológicas en Cantabria 2004-2011 sea un libro difícil de encontrar, es probable que ni siquiera se comercialice, y de nuevo una distribución peer-to-peer será la única manera de hacerse con los artículos. Salvo para los lectores del blog, que aquí los tienen...
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«Proyecto Mauranus 2010. Toma de muestras de materiales arqueológicos»
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«Proyecto Mauranus 2011. Intervención arqueológica en la cueva de Riocueva (Entrambasaguas)»