Ha sido un fin de semana tan intenso que ni siquiera he tenido tiempo de hacer una crónica de la jornada de ayer, de modo que
hoy toca un 2x1. En realidad, es más honesto por nuestra parte que así sea porque ayer trabajar... lo que se dice trabajar en Riocueva, no trabajamos. Hoy tampoco es que nos hayamos ganado una medalla, pero algo sí hemos hecho. ¿Y por qué nos hemos saltado la sesión de trabajo del sábado? Pues porque teníamos desde hace tiempo reservada una
cita ineludible
con los medios. Y no con cualquier medio, con una
cadena de televisión de ámbito nacional.
El programa de Cuatro
Cuarto Milenio había manifestado
gran interés por nuestras investigaciones relacionadas con las cuevas sepulcrales de época visigoda e incluso José Ángel
ya había sido entrevistado en relación con este asunto para el programa
Milenio 3, la versión radiofónica de la «nave del misterio». La verdad es que puede suponer cierto
riesgo para la credibilidad del investigador y del proyecto transitar por la senda que marcan estos programas, sobre todo porque, en ocasiones, el tratamiento que hacen de los temas relacionados con la Arqueología se acerca demasiado a la elucubración fantasiosa. Es innegable que
la interpretación que nosotros mismos damos al uso de las cuevas con fines funerarios en época visigoda puede dar a entender que también hemos tomado ese camino, pero
no somos ni mucho menos los únicos que hablamos de necrofobia, de
revenants, de mala muerte o de sepulturas atípicas; y otros antes que nosotros han demostrado que son conceptos que tienen su lugar en la investigación científica seria. Nosotros consideramos que en la Antigüedad Tardía o en la Edad Media
había gente que creía que los muertos podían salir de sus tumbas a molestar a los vivos,
no que eso último sea posible. Y, en cualquier caso, el único programa que se ha interesado por nuestro proyecto ha sido el que dirige Iker Jiménez por lo que hemos decidido aprovechar la oportunidad que nos brindaba para dar a conocer algunos de sus resultados.
Y así, por mediación de
Roberto Ontañón, director del MUPAC, hemos accedido a acompañar a un equipo de
Cuarto Milenio a las cuevas de
Las Penas y
Riocueva, donde
hemos explicado ante las cámaras
lo que conocemos sobre esos yacimientos y cómo los interpretamos. Ha sido una jornada dura e intensa que se inició a las 12:00 h y no terminó hasta las 20:00 h. Con decir que se nos ha hecho de noche saliendo de Riocueva, alguien puede hacerse a la idea de lo que se ha alargado la cosa. Sinceramente, nos ha sorprendido el enfoque (serio y riguroso con los datos arqueológicos) que le ha dado el redactor a sus preguntas, sin insistir demasiado en los aspectos «morbosos» del asunto. José Ángel ha sido el encargado de guiar la visita a Las Penas, mientras que el que esto escribe, ha contado su «rollo» en Riocueva. Esperamos que ése sea el
tratamiento que le den al reportaje final y que por ahí discurra el debate en el plató, al que no sabemos si nos van a invitar y donde es probable que sea Roberto quien nos represente.
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El equipo de televisión familiarizándose con el medio subterráneo en Las Penas |
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Buscando localización en Riocueva |
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Preparando la entrevista, con Roberto Ontañón |
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Satisfechos por el trabajo bien hecho, al final de la jornada en Riocueva |
Liquidado el
compromiso mediático, sobre el que nuestros amigos y colaboradores han hecho los chistes imprescindibles, sin salirse demasiado del guión, hemos vuelto a concentrarnos en la campaña y en Riocueva. Había que
apurar el fin de semana antes de la
parada obligada que haremos hasta el 15 de noviembre. Teníamos pendiente terminar la excavación en el Sondeo 2 y, además, hoy iban a realizarse diferentes labores de topografía en la cueva.
Nunca nos cansamos de agradecer las numerosas colaboraciones que recibimos en nuestro trabajo. Sin los voluntarios que ayudan en el trabajo de campo, sin los especialistas que se encargan del estudio de los diferentes tipos de restos que recuperamos durante la excavación, sin la institución que financia y sin el apoyo de quienes se interesan por nuestra labor, el resultado del proyecto sería mucho peor. A todas las ya recibidas hoy se añadían las del topógrafo Pablo Pérez Vidiella, del equipo
Id-Ar, quien se ha ofrecido desinteresadamente para realizar un
modelo 3D de la cueva a partir de fotogrametría; y las de la
Expedición Británica a Matienzo, un equipo de espeleólogos ingleses que llevan 50 años estudiando el medio subterráneo de Cantabria y que este año, entre otras cosas, han actualizado la topografía completa del sistema kárstico del que forma parte Riocueva. Por cierto, nos han informado de que la cueva ha «crecido» más o menos un kilómetro desde la topografía anterior.
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Pablo colocando las dianas para la fotogrametría |
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A veces la postura de trabajo no es la más cómoda... |
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Nuestro amigo Peter Smith y sus compañeros de la expedición británica |
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Un miembro de la expedición británica durante las labores de topografía |
Entre unas cosas y otras no ha habido mucho
tiempo para la Arqueología, pero el poco que le hemos dedicado ha sido bastante fructífero. Pero mejor lo cuento mañana con más calma...